Hotel Kafka - Libros Recomendados

Tfno.
917 025 016

Estás en Libros recomendados por Hotel Kafka: poesía

Mostrando entradas con la etiqueta poesía. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta poesía. Mostrar todas las entradas

martes, 13 de noviembre de 2007

Erase una vez el tiempo

Resulta curioso que un país como el nuestro, tan dado a las antologías poéticas, no produzca más antologías como la que aquí nos ocupa, un proyecto de Ediciones Atlantis que sorprende por lo arriesgado de la apuesta y la audacia de haberla llevado efectivamente a cabo, más aún teniendo en cuenta la casi total escasez de posibilidades de publicación de un autor novel y sin padrinos en éste o en cualquier otro lugar del planeta. Tic-Tac. Cuentos y poemas contra el tiempo, reúne entre sus páginas a 60 autores, algunos de los cuales acreditan ya una sólida carrera literaria o, en el peor de los casos, un nombre lo suficientemente reconocido como para ser garantía de calidad en el mercado. Entre los primeros están nada menos que Espido Freire (El tiempo huye), el asturiano Rafael Reig (El tiempo sobre los manteles), el poeta y novelista Leopoldo Alas (biznieto de su homónimo y que participa con el poema (Una lengua común) o el cubano Ronaldo Menéndez (El efecto mariposa), todos ellos autores con obra publicada, relativamente jóvenes y a los que la crítica ha reconocido su contrastada valía. Entre los segundos, la artista Ouka Le(e)le o el polifacético Luis Eduardo Aute, quienes aportan a esta antología dos poemas inéditos (Del cuaderno de Cintra y Lo que sea, pero ya). Junto a ellos, nombres hasta ahora desconocidos como Alberto Massa, César González Álvaro, Julio Montesinos, José A. Gallardo o Guillermo Aguirre.
El tiempo como metáfora, como inevitable hilo conductor o como juego de espejos narrativos; el tiempo, en fin, como fundamento de la propia literatura (no olvidemos que es el tiempo, precisamente, aquello a lo que se enfrenta cualquier autor, y sus consecuencias lo que explora cualquier texto que pretenda considerarse literatura), es el punto de contacto entre los distintos relatos y poemas de la antología. Sin embargo, no es aquí –como ya se ha dicho- donde radica el verdadero interés de la misma, sino en el extenso listado de nombres nuevos que el editor se ha atrevido a colocar junto a aquellas “vacas sagradas”, todos ellos escritores desconocidos para el gran público, a pesar de que algunos hayan publicado ya sus primeras obras. Obviamente, el conjunto, como toda antología, es desigual, lo que no significa que carezca de hallazgos de una extraordinaria madurez literaria. Relatos como Capítulo de barro nº1, donde el madrileño Alberto Massa juega sin pudor a ser a la vez Pynchon y Cortazar; Errores de cálculo, en el que Cesar González Álvaro nos ofrece una moderna relectura del mito de Sísifo; Un cuento ruso, en el que Eduardo Vilas se acerca al juego de realidades de El capote de Gogol; Sobre arenas movedizas, de Guillermo Aguirre, una borjiana metáfora de la memoria personal; o, en fin, los futuristas Al contar mi historia el recuerdo, del bilbaíno Mateo de Paz o El tiempo y la guerra de J.D. Álvarez. Todos estos relatos, junto a los también excelentes Todos los palacios vacíos o Cuando Dios tira de un lado…, por citar apenas una pequeña muestra, conforman el núcleo fuerte de Tic-Tac, un libro que demuestra que es posible dar salida a apuestas literarias sin el apoyo de los grandes grupos de difusión, y que cuenta con la entusiasta participación de los profesores y estudiantes de Hotel Kafka, una escuela de escritura de reciente creación que ha venido a dinamizar con sus iniciativas el panorama cultural de nuestra capital. Ediciones Atlantis continúa, así (y ya van tres años de vida), su apuesta por la edición independiente regalándonos esta estupenda recopilación de autores propios y ajenos con la certeza de que, en todo caso, sólo “el tiempo es el mejor antologista, o el único tal vez…”.



Título:
Tic-Tac Cuentos y poemas contra el tiempo.
Género:
Narrativa
ISBN:
978-84-96621-61-9
Autor:
Varios: José Trujillo Priego, Rafael Reig, Eduardo Vilas, Ronaldo Menéndez, Mateo de Paz, Espido Freire, Luis Eduardo Aute, Guillermo de Roebruck, J. D. Álvarez, Leopoldo Alas, Ouka Leele, Estefanía Muñiz, Guillermo Aguirre, Jeny Schönberg, Francisco José Blanco Torres, David Ávila Sanz, Alberto Masa, Fran Meliá, Ángel Fernández de Marco, Manuel José Díaz Vázquez, Wallas Pravic, Rubén Darío, Antonio Castillo-Olivares Reixa, Celina Borja, Rodrigo del lago, Pilar Cruz Herrera, David Carril, José Manuel Cano Pavón, Rosa Cáceres, José A. Gallardo, Joaquim Pisa, Juan Antonio Pizarro Martín, Sergio García Reina, Ernesto Capuani, Antonio Ferrer, Santiago García Rey, Julio García Llopis, Pilar Sifas, Enrique Sánchez Elvira del Álamo, Enrique Fernández, Miguel F. Martín, Juan Carlos Nevado, Francisco Llorca, Alberto Almeida, Ángeles López Sánchez, Xavier Gassó Lorido, Carmina Vidal, Benito de la Calle Pascual, Luis Cabello Muñoz, Miguel Ángel Sánchez Fernández, Carlos López, Leonor Rudat, Luis Pérez Malpica, Ricardo Robla, Conchita Ximénez, Yolanda Hernández Villalón, Luis Moreno Carmenado, Luis Henares, César González Álvaro, Eva Martín Soler, Sonia Alonso Orfila.

lunes, 25 de junio de 2007

El jinete de bronce - Aleksandr Pushkin


EL JINETE DE BRONCE
Traducción, estudio preliminar y notas de
Eduardo Alonso Luengo. Edición bilingüe.
1ª edición: 2001. 2ª edición: 2005.
101 pp. Rusia.
PUSHKIN, Alexandr
poesía Hiperión, 387
ISBN:84-7517-673-9 / 978-84-7517-673-4
Precio: 8 €



En 1833, Alexandr Pushkin concluyó una de las obras fundamentales de su breve pero deslumbrante biografía artística. El jinete de bronce es un poema narrativo de extensión media: 481 versos, que aunque parte de un hecho real --la inundación que asoló San Petersburgo en 1824-- construye a partir de la perspectiva particular de Eugenio, un pobre funcionario que pierde a su novia en la riada, una peculiar epifanía, donde el personaje, enloquecido de dolor, se enfrenta a la estatua del zar Pedro, que se eleva triunfal como la estatua ecuestre de Marco Aurelio sobre un inmenso pedestal de roca a las orillas del Neva.

El poema progresa desde la violencia extrema de la tormenta a la angustia interior del personaje y hacia un ambiente cada vez más oscuro, con una plasticidad, ritmo y sucesión de imagenes abrumadores.

Un poema que raya la perfección y que forma parte de una obra que en su conjunto se considera que funda la literatura rusa moderna y que por otro, da origen a una brillantísima estirpe de poetas petersburgueses entre los que se encuentran Mandelstam, Ajmatova, Brodsky...

Este poema inspiraría al mismo Dostoievski cuando su Adolescente reflexiona acerca de San Petersburgo: "Si de igual modo que se remonta esa niebla y se va arriba, ¿no se irá con ella también toda esa podrida, enfangada ciudad, no se elevará con la bruma y desaparecerá como niebla, y quedará en lugar suyo el antiguo pantano finés, y en su centro, para ornato, el jinete de bronce sobre su resollante corcel?".

Tan extremadamente audaz como poco condescendiente con el zar Nicolás I fue una de las pocas obras que han permanecido de forma constante en el canon literario ruso, incluso tras la convulsión cultural de la revolución soviética. En el prólogo se comenta la frecuente comparación de Pushkin con Mozart, debido tanto a su prodigioso talente como a su breve biografía. Esta obra sin embargo quizá se podría conectar plenamente con otro artista de la época: Eugene Delacroix, con el movimiento que imprime a sus obras, con la fortaleza del trazo y el uso intenso del claroscuro.

Extracto:
(...) Rodeando el pedestal del monumento
se acerca el pobre loco, y la mirada
clava en la faz del Zar de medio mundo.
Con el pecho turbado y oprimido
posa en la helada verja la cabeza.
Se le nubla la vista y una llama
le corre por las venas, y la sangre
le empieza a hervir. Se le ensombrece el gesto
ante el soberbio monstruo, le rechinan
los dientes y las manos se le crispan
cuando poseo por obscura fuerza
le susurra con rabia estremecida:
"¡Espérate, arquitecto de milagros!
¡Ya verás!..." y se escapa a la carrera
creyendo que el terrible zar, ardiendo
en ira, la cabeza había girado... (...)
 

2006 Hotel Kafka. C. Hortaleza 104, MadridTfno. 917 025 016Sala de PrensaMapa del SiteAviso Legalinfo@hotelkafka.com